domingo, 10 de octubre de 2010

Historia del corazón

Tras unos meses de silencio vuelvo a retomar el blog. No han faltado las lecturas, pero sí la calma para compartirlas. Ayer compré en la feria del libro de Alcalá "Historia del corazón" de Vicente Aleixandre, que recoge algunos de sus más bellos poemas sobre el amor. Permitidme que escoja algunos versos y os los vaya ofreciendo. Comencemos por la experiencia de la fugacidad, de la fragilidad del amor humano, que necesita ser salvado, redimido.

"Hermoso es el reino del amor,
pero triste es también. (...)

Nació el amante para la dicha,
para la eterna propagación del amor,
que de su corazón se expande
para verterse sin término
en el puro corazón de la amada entregada.

Pero la realidad de la vida,
la solicitación de las diarias horas,
la misma nube lejana, los sueños, el corto vuelo
inspirado del juvenil corazón que él ama,
todo conspira contra la perduración sin descanso
de la llama imposible. (...)

El amante sabe que pasa,
que el amor mismo pasa... (...)

Por eso el amante sabe
que su amada le ama
una hora, mientras otra hora sus ojos
leves discurren
en la nube falaz que pasa y se aleja. (...)

Y el amante la mira
con el infinito amor de lo que se sabe instantáneo.
Dulce es, acaso más dulce, más tristísimamente dulce,
verla en los brazos
en su efímera entrega.

Tuyo soy -dice el cuerpo armonioso-,
pero sólo un instante.
Mañana,
ahora mismo,
despierto de este beso y contemplo
el país, este río, esa rama, aquel pájaro...

Y el amante la mira
infinitamente pesaroso... (...)

Siempre leve, siempre aquí, siempre allí; siempre.
Como el vilano".

Vicente Aleixandre, Historia del corazón, Espasa-Calpe, Madrid 1954, 3ª ed., pp. 9-12.

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