lunes, 2 de febrero de 2009

Las palabras y la Palabra

Los monjes, en su búsqueda de Dios, cuidaban la educación de la razón con vistas a llegar, mediante las palabras reveladas, a la Palabra Viviente, Jesucristo. Sin esta inteligencia de la realidad, sin esta búsqueda del sentido último no hay fe cristiana, pero en último extremo tampoco cultura:

"El monasterio sirve a la 'eruditio', a la formación y a la erudición del hombre -una formación con el objetivo último de que el hombre aprenda a servir a Dios. Pero esto comporta evidentemente también la formación de la razón, la erudición, por la que el hombre aprende a percibir entre las palabras la Palabra".

Benedicto XVI, Discurso al mundo de la cultura, París, 12 septiembre 2008.

Bibliotecas y escuelas

Sigue el Papa sus referencias al monacato medieval, en su discurso al mundo de la cultura, con ocasión de su viaje a Francia en septiembre de 2008. Destaca el origen de dos instituciones esenciales para el desarrollo de la historia de occidente, la biblioteca y la escuela:

"'Quaerere Deum': como eran cristianos no se trataba de una expedición por un desierto sin caminos, una búsqueda hacia el vacío absoluto. Dios mismo había puesto señales de pista, incluso había allanado un camino, y de lo que se trataba era de encontrarlo y seguirlo.

El camino era su Palabra que, en los libros de las Sagradas Escrituras, estaba abierta ante los hombres. La búsqueda de Dios requiere, pues, por intrínseca exigencia una cultura de la palabra... Porque en la Palabra bíblica Dios está en camino hacia nosotros y nosotros hacia Él, hace falta aprender a penetrar en el secreto de la lengua, comprenderla en su estructura y en el modo de expresarse. Así, precisamente por la búsqueda de Dios, resultan importantes las ciencias profanas que nos señalan el camino hacia la lengua.

Puesto que la búsqueda de Dios exigía la cultura de la palabra, forma parte del monasterio la biblioteca que indica el camino hacia la palabra. Por el mismo motivo forma parte también de él la escuela, en la que concretamente se abre el camino. San Benito llama al monasterio una 'dominici servitii schola' (escuela de servicio del Señor)".

Benedicto XVI, Discurso al mundo de la cultura, París, 12 septiembre 2008.


"Quaerere Deum"

'Quaerere Deum', buscar a Dios, así describía el papa Benedicto XVI el objetivo existencial de los monjes benedictinos que civilizaron Europa y conservaron el legado de la antigüedad clásica. ¿No tendrá que ser éste también nuestro principal interés? "Buscad el reino de Dios y todo lo demás se os dará por añadidura":

"Primeramente y como cosa importante hay que decir con gran realismo que no estaba en su intención crear una cultura y ni siquiera conservar una cultura del pasado. Su motivación era mucho más elemental. Su objetivo era: 'quaerere Deum', buscar a Dios.

En la confusión de un tiempo en que nada parecía quedar en pie, los monjes querían dedicarse a lo esencial: trabajar con tesón por dar con lo que vale y permanece siempre, encontrar la misma Vida. Buscaban a Dios. Querían pasar de lo secundario a lo esencial, a lo que es sólo y verdaderamente importante y fiable. Se dice que su orientación era "escatológica". Que no hay que entenderlo en el sentido cronológico del término, como si mirasen al fin del mundo o a la propia muerte, sino existencialmente: detrás de lo provisional buscaban lo definitivo".

Benedicto XVI, Discurso al mundo de la cultura, París, 12 septiembre 2008.