sábado, 16 de mayo de 2009

Dios no puede darnos la felicidad sin Él

Otro converso, C. S. Lewis -"cautivado por la alegría"-, explica de manera transparente por qué no podemos prescindir de Dios, ni desentendernos de la religión:

"Todo esto que llamamos historia humana -dinero, pobreza, ambición, guerra, prostitución, clases sociales y económicas, imperios, esclavitud- es el prolongado y terrible relato del hombre en su afán por hallar algo fuera de Dios que pueda proporcionarle la felicidad.

La razón de que nunca pueda lograrlo es ésta: Dios nos hizo; nos inventó tal como un hombre inventa un motor. Un automóvil está hecho para que funcione con gasolina, y no correrá bien con otra cosa. Dios diseñó la máquina humana para que funcionara con Él. Él mismo es el combustible para nuestros espíritus, o la comida que fue designada para alimentarnos. No existe otra cosa. Es por ello que no es bueno pedirle a Dios que nos haga felices a nuestra propia manera sin que tengamos que molestarnos con la religión.

Dios no puede darnos felicidad y paz sin Él, porque es imposible. No existe tal cosa".

C. S. Lewis, Cristianismo... y nada más, p. 59 s.