Comenzamos la Cuaresma. Tiempo de esencialidad, de purificación, de búsqueda de la verdad de nosotros mismos a la luz de Cristo. Siempre me viene a la mente en este día un versículo del Salmo 50 que define mi deseo de creyente al comenzar este tiempo de gracia:
"Devuélveme la alegría de la salvación".
Salmo 50, 14.
miércoles, 25 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)