Recojo una anécdota que acabo de leer. Me hace más amigo aún de Santo Tomás:
Relatan los biógrafos de Santo Tomás de Aquino que un día, camino del concilio de Lyon, se quedó en París porque fue invitado a comer con el rey San Luis IX. El santo durante la cena no comió nada, lo único que hizo fue contemplar a la reina, la esposa de San Luis IX, quien un poco nervioso y celoso le preguntó:
“Tomás ¿por qué miras a mi señora en lugar de comer?”
Y Santo Tomás de Aquino le contestó:
“Majestad, miro a su señora, la reina, porque es bellísima. Y si ella es así, ¿cómo será Quien la ha creado?”
Relatan los biógrafos de Santo Tomás de Aquino que un día, camino del concilio de Lyon, se quedó en París porque fue invitado a comer con el rey San Luis IX. El santo durante la cena no comió nada, lo único que hizo fue contemplar a la reina, la esposa de San Luis IX, quien un poco nervioso y celoso le preguntó:
“Tomás ¿por qué miras a mi señora en lugar de comer?”
Y Santo Tomás de Aquino le contestó:
“Majestad, miro a su señora, la reina, porque es bellísima. Y si ella es así, ¿cómo será Quien la ha creado?”