lunes, 29 de junio de 2009

El tesoro más bello y sagrado del hombre

Denuncia van der Meer la actitud provocativa -tan de moda- de quienes con sarcástica ironía juegan con las cosas más valiosas del ser humano, sus ideales, sus deseos... Pero, ¿a quién provocan en verdad? En realidad lo que hacen es poner de manifiesto su impotencia: como no alcanzan las uvas dicen que están verdes...

"Ese autor lo contempla todo con esa actitud tan moderna de espíritu que es la ironía, o sea, burlarse dolorosamente de sí mismo y de todas las cosas, con una sonrisa escéptica y triste. Él se crea un ensueño, pero al instante sonríe con sarcasmo finamente atroz, y destroza su ensueño entre sus dedos temblorosos, como si fuese una copa de fino cristal. Altivo, provocador -pero, ¿a quién provoca?-, se ríe de todos los ideales, no cree en nada; mas no logra ser feliz al jugar con las cosas que son el tesoro más bello y sagrado del hombre, y al destruirlas como objetos viles y sin valor. Ese juego doloroso, esa miseria, esa impotencia, exasperan en uno la nostalgia espiritual..."

P. van der Meer, Nostalgia de Dios, Desclée de Brouwer, 1948, p. 47.