sábado, 17 de julio de 2010

Un centro en el que convergen todas las líneas

El final de mi último comentario me ha recordado esta cita de Máximo el Confesor, que reconoce en Cristo el centro, el foco al que todo tiende, en el que todo se reconcilia y se salva en su verdad:

"Así pues, Cristo es todo en todos, él que asume todo según su fuerza infinita y comunica a todos su bondad. Es como un centro en el que convergen todas las líneas. Y sucede que las criaturas del Dios único ya no sean más extrañas y enemigas unas de otras, por falta de un lugar común en el que puedan manifestar su amistad y su paz".

Máximo el Confesor, Mystagogia, I.