viernes, 23 de enero de 2009

Amigos y enemigos

Que sean uno... Imposible para los hombres, salvo en Dios y por Dios. Dice el gran Agustín:

"Dichoso el que ama siempre a Dios,
y a sus amigos en Dios,
y a sus enemigos por Dios".

San Agustín, Confesiones, 50, 4, 9.

Nuestra obligación más bella

Unidad y desunión. Las palabras de Cipriano, obispo de Cartago en el siglo III:

"Dios no acepta el sacrificio de los que provocan la desunión, los despide del altar para que antes se reconcilien con sus hermanos. Dios quiere ser pacificado con oraciones de paz.

La obligación más bella para con Dios es nuestra paz, nuestra concordia, la unidad en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo de todo el pueblo fiel".

San Cipriano.

Sobre la unidad

Estamos en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Recojo un consejo, una invitación de un autor de la tradición ortodoxa:

"Contemplando la Trinidad indivisible venceréis la odiosa división del mundo".

San Sergio de Radonez.