jueves, 5 de marzo de 2009

Desde esta otra orilla...

Sigue José Luis Puerto recordándonos la necesidad de atender a lo pequeño, a lo que todos desatienden, al rumor de todo lo que arde en cada brizna de realidad. Es éste el "sacerdocio del poeta", el servicio a lo que ya casi nadie percibe:

"Desde esta otra orilla
de soledad y de perseverancia,
entregado a la vida y al cuidado
de todo lo que sigue mereciendo la pena,
(lo más desamparado, lo pequeño,
lo que no tiene voz y está desatendido).
Desde este otro lugar
adonde tú no llegas
pues no estás a la escucha del rumor
de todo lo que arde con la llama
invisible de lo que no se atiende.
Desde aquí, desde aquí".

José Luis Puerto, Señales, Visor, Madrid 1997, p. 30.

Estar a la escucha

Sigo con poesía. Si decíamos en la entrada anterior que el significado último -y primero- de la poesía es indagar, intentar desvelar el rostro inasible del Misterio, ahora quiero señalar la necesidad de estar a la escucha, atentos a la invitación muda -aunque también elocuente- de la realidad. Lo hago con fragmentos de poemas de José Luis Puerto, poeta salmantino que en 1997 ganó el premio "Gil de Biedma" de la Diputación Provincial de Segovia:

"Desde lo opaco del granito
te hablo.
A ti, que no estás a la escucha.
(...)
No acudas,
a tu oído no llega la llamada".

José Luis Puerto, Señales, Visor, Madrid 1997, p. 14.