martes, 3 de febrero de 2009

La Palabra que despierta el alma

Sigue Benedicto XVI evocando la inmensa aportación del monacato a la historia de Europa, al obligar al hombre a hacer un trabajo de búsqueda de Dios, al educar su razón para que escrute los signos de la creación y las palabras de la Revelación. Un trabajo personal y comunitario:

"Para captar plenamente la cultura de la palabra, que pertenece a la esencia de la búsqueda de Dios, hemos de dar otro paso. La Palabra que abre el camino de la búsqueda de Dios y es ella misma el camino, es una Palabra que mira a la comunidad. En efecto, llega hasta el fondo del corazón de cada uno (cf. Hch 2, 37).

Gregorio Magno lo describe como una punzada imprevista que desgarra el alma adormecida y la despierta haciendo que estemos atentos a Dios. Pero también hace que estemos atentos unos a otros. La Palabra no lleva a un camino sólo individual de una inmersión mística, sino que introduce en la comunión con cuantos caminan en la fe. Y por eso hace falta no sólo reflexionar en la Palabra, sino leerla debidamente".

Benedicto XVI, Discurso al mundo de la cultura, París, 12 septiembre 2008.