domingo, 7 de marzo de 2010

La zarza ardiente: Dios y la Iglesia

Hoy escuchamos en la primera lectura del III Domingo de Cuaresma el episodio de la "zarza ardiente", la aparición de Yahveh a Moisés en el monte santo, la revelación de su Nombre, la invitación a descalzarse por hallarse en tierra santa. Recogemos estas palabras del papa Benedicto XVI comentando el pasaje:

Este cuerpo de Cristo que abarca a la humanidad de todos los tiempos y lugares es la Iglesia. San Ambrosio vio su prefiguración en la tierra santa indicada por Dios a Moisés: "Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra santa" (Ex 3, 5); y allí, más tarde, se le ordenó: "Y tú quédate aquí junto a mí" (Dt 5, 31), orden que el santo obispo de Milán actualiza para los fieles en estos términos:

"Tú permaneces conmigo (con Dios), si permaneces en la Iglesia. (...) Permanece, pues, en la Iglesia; permanece donde me he aparecido a ti; ahí estoy yo contigo. Donde está la Iglesia, ahí encontrarás el punto de apoyo más firme para tu mente; donde me he aparecido a ti, en la zarza ardiente, ahí está el fundamento de tu alma. De hecho, me he aparecido en la Iglesia, como en otro tiempo en la zarza ardiente. Tú eres la zarza, yo el fuego; fuego en la zarza, soy yo en tu carne. Por eso, yo soy fuego: para iluminarte, para destruir tus espinas, tus pecados, y para manifestarte mi benevolencia (Epistulae extra collectionem: Ep. 14, 41-42)".

Benedicto XVI, Discurso a la Conferencia Episcopal de Portugal en visita "ad limina", 10 de noviembre de 2007.