martes, 23 de diciembre de 2008

Dulce Jesús, Niña bella

Poema de Lope de Vega en el que la Virgen, "Niña bella", le canta al "dulce Jesús" una canción de cuna para que deje de llorar:

"La Niña a quien dijo el Ángel
que estaba de gracia llena,
cuando de ser de Dios madre
le trujo tan altas nuevas,

ya le mira en un pesebre,
llorando lágrimas tiernas,
que obligándose a ser hombre,
también se obliga a sus penas.

¿Qué tenéis, dulce Jesús?,
le dice la Niña bella;
¿tan presto sentís mis ojos
el dolor de mi pobreza?

Yo no tengo otros palacios
en que recibiros pueda,
sino mis brazos y pechos,
que os regalan y sustentan.

No puedo más, amor mío,
porque si yo más pudiera,
vos sabéis que vuestros cielos
envidiaran mi riqueza.

El niño recién nacido
no mueve la pura lengua,
aunque es la sabiduría
de su eterno Padre inmensa.

Mas revelándole al alma
de la Virgen la respuesta,
cubrió de sueño en sus brazos
blandamente sus estrellas.

Ella entonces desatando
la voz regalada y tierna,
así tuvo a su armonía
la de los cielos suspensa.

Pues andáis en las palmas,
Ángeles santos,
que se duerme mi niño,
tened los ramos.
Palmas de Belén
que mueven airados
los furiosos vientos
que suenan tanto.
No le hagáis ruido,
corred más paso,
que se duerme mi niño,
tened los ramos.

El niño divino,
que está cansado
de llorar en la tierra
por su descanso,
sosegar quiere un poco
del tierno llanto,
que se duerme mi niño,
tened los ramos.
Rigurosos yelos
le están cercando,
ya veis que no tengo
con qué guardarlo.

Ángeles divinos
que vais volando,
que se duerme mi niño,
tened los ramos".

Lope de Vega

El maravilloso trueque

San Juan de la Cruz retoma en su Romance del Nacimiento la antigua doctrina del "admirable intercambio". Dios se hace hombre para que el hombre se haga Dios. Dios se hace mortal para que el hombre devenga inmortal. Dios llora en Belén para que el hombre experimente la alegría:

... "pero Dios en el pesebre
allí lloraba y gemía,

...y la Madre estaba en pasmo
de que tal trueque veía:

el llanto del hombre en Dios,
y en el hombre la alegría" ...

San Juan de la Cruz

En la gozosa contemplación del Niño sorprendida...

Recojo un nuevo poema de Luis Rosales sobre el misterio de la Navidad. El poeta se ensimisma con la mirada de María sobre el Niño Dios:

"De lirio en oración, de espuma herida
por ella paso del alba silenciosa,
de carne sin pecado en la gozosa
contemplación del Niño sorprendida;

de nieve que detiene su caída
sobre la paja que al Señor desposa,
de sangre en asunción junto a la rosa
del virginal regazo desprendida;

de mirar levantado hacía la altura
como una fuente con el agua helada
donde el gozo encontró recogimiento;

de manos que juntaron su hermosura
para calmar, en la extensión nevada,
su angustia al hombre y su abandono al viento".

Luis Rosales