viernes, 16 de enero de 2009

¿Vivir como un animal satisfecho?

Vuelvo al diario de van der Meer, Nostalgia de Dios. El autor, aún lejos de la fe, busca un modo -equivocado- de escapar al tormento de una existencia sin sentido. Cuando las preguntas nos desbordan la solución más fácil es intentar censurarlas, pero no funciona:

"Ando errante en mi alma, como un réprobo.

Es mejor no seguir buscando, no reflexionar más, vivir a lo bruto, sin la constante tortura de las vanas preguntas sin respuesta, vivir como un animal satisfecho.

La incertidumbre destroza mi alma. Lo mismo puedo afirmar esto que aquello. Puedo hacer burla de las cosas más sagradas, mancillarlas con palabras o con pensamientos; nada me lo impide. Pero al mismo tiempo que me complazco en estas turbias cavilaciones, aspiro a la pura sencillez de un niño. ¡Oh, el tormento de no saber dónde buscar, dónde encontrar la curación de mi inteligencia y de mi corazón! ¡Bah!, ¡hay que jugar sonriendo con la vida! Es el único medio de escapar a la desesperanza".

P. van der Meer, Nostalgia de Dios, Desclée de Brouwer, 1948, p. 21.

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