viernes, 16 de julio de 2010

Ganar el cielo sin perder la tierra

Visita Ortega y Gasset la ciudad de Sigüenza y la contemplación de su Catedral y sus torres le inspira una interesantísima reflexión. Disfruten con el estilo y la hondura del pensamiento:

"Al volver atrás la mirada por ver el trecho que llevamos andado, Sigüenza, la viejísima ciudad episcopal, aparece rampando por una ancha ladera, a poca distancia del talud que cierra por el lado frontero el valle. En lo más alto el castillo lleno de heridas, con sus paredones blancos y unas torrecillas cuadradas, cubiertas de un airoso casquete. En el centro del caserío se incorpora la catedral, del siglo XII.

Las catedrales románicas fueron construidas en España al compás que hacían las espadas cayendo sobre los cuerpos de los moros.

Sigüenza fue bastante tiempo lugar fronterizo, avanzada en tierra de musulmanes. Por eso, como en Ávila, tuvo la catedral que ser a la vez castillo; sus dos torres cuadradas, anchas, recias, brunas, avanzan hacia el firmamento, pero sin huir de la tierra, como acontece en las góticas. No sé sabe qué preocupaba más a los constructores: si ganar el cielo o no perder la tierra".

José Ortega y Gasset, Paisajes, Cegal 1983, p. 12.

No hay comentarios: