sábado, 21 de marzo de 2009

La renuncia de José

Sigue comentando la mística suiza von Speyr:

"Para José las cosas son completamente distintas. El sí estaba sometido a la ley del pecado original y no podía desconocer la oposición existente entre el matrimonio y la virginidad. Para él los desposorios son el preludio de un matrimonio normal. Él es casto y justo; vive según la justicia de sus padres. Su castidad nada tiene que ver con la insípida impotencia que parecen atribuirle la mayoría de las imágenes. Cuando tenga que renunciar, lo hará con toda su hombría y -precisamente por esta renuncia- quedará reforzada su virilidad. La seriedad de su renuncia le dará fuerzas para permanecer fiel a su misión a lo largo de los años. María no tendrá a su lado a un hombre abatido, sino a un hombre que es plenamente consciente de su fuerza y la sacrifica con sencillez y generosidad. José acepta esta renuncia resuelta y vigorosamente, y la vivirá hasta el final en silencio. Todo está tan perfectamente decidido y asumido que nunca más será necesario hablar de ello".

Adrienne von Speyr, La Esclava del Señor, Encuentro 1991, p. 53.

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