"Era el 1 de noviembre. Llovía. Anduve mucho tiempo bajo la lluvia. Quise ir a pie en esa decisiva peregrinación. La lluvia es signo de fecundidad y yo iba hacia mi propio nacimiento. Yo estaba sereno, sin exaltación. Todo empezaba. Desde ese momento, la luz estaba dentro. Han pasado años desde mi entrada en la iglesia. La iglesia no decepciona cuando se ha comprendido lo que es: es la tierra que nos alimenta, esa gran fuerza de vida que nos es ofrecida y que nos corresponde llevar libremente a la obra”.
O. Clément.
1 comentario:
He leido en otro de tus comentarios que Clement ha fallecido recientemente. Que grandeza de vida debe haber llevado, se percibe leyendo las citas que pones. Pido para mi tener la misma conciencia de la Iglesia que tenía él, vivir así la gracia de ser cristiana.
Ruth
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