Hace unos años el gran director de orquesta Riccardo Muti escribía estas líneas de felicitación al sacerdote italiano Luigi Giussani:
"Quisiera participar en la celebración de su 80 cumpleaños con mis felicitaciones. Y lo hago diciéndole sencillamente 'gracias' por lo que usted ha dado a la música, mostrándola a tantos jóvenes como la experiencia que en mayor medida nos comunica el misterio, como camino para la búsqueda de la felicidad.
Es un misterio que no tiene necesidad de palabras; nos aferra en lo más hondo. ¿De dónde viene? En mí queda esta pregunta, y se la confío a vd., al tiempo que comparto con vd. estos versos de Dante, tomados del Canto XIV del Paraíso, que han marcado mi vida:
Y cual arpa y laúd, con tantas cuerdas
afinadas, resuenan dulcemente
aun para quien las notas no distingue,
tal de las luces que allí aparecieron
a aquella cruz un canto se adhería
que arrebatome, aun no entendiendo
el himno.
Suyo, con afecto,
Riccardo Muti"
jueves, 11 de diciembre de 2008
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