Hoy celebramos la Solemnidad de la Santísima Trinidad. No es un misterio abstracto, sino nuestro origen y nuestro destino. Y también el misterio real que explica cómo estamos hechos y cómo estamos llamados a relacionarnos. Escribía Benedicto XVI:
“¡Cómo cambiaría el mundo si en las familias, en las parroquias y en toda otra comunidad las relaciones se vivieran siguiendo siempre el ejemplo de las tres Personas divinas, en donde cada una vive no solo con la otra, sino para la otra y en la otra!”.
Benedicto XVI, 25 de noviembre de 2009
domingo, 26 de mayo de 2013
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