martes, 25 de diciembre de 2012

Una santa curiosidad

El amor y la alegría dieron alas a los pastores de Belén, que se apresuraron en llegar al portal:

"Apenas se alejaron los ángeles, los pastores se decían unos a otros: Vamos, pasemos allá, a Belén, y veamos esta palabra que se ha cumplido por nosotros (cf. Lc 2,15). Los pastores se apresuraron en su camino hacia Belén, nos dice el evangelista (cf. 2,16).

Una santa curiosidad los impulsaba a ver en un pesebre a este niño, que el ángel había dicho que era el Salvador, el Cristo, el Señor. La gran alegría, a la que el ángel se había referido, había entrado en su corazón y les daba alas".

Benedicto XVI, Homilía en la Misa de Nochebuena, 24 diciembre 2012.

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