"Decía el venerable Papa Pío XII que el oficio de un buen libro es educar a una comprensión más profunda de las cosas, a pensar y a reflexionar.
Dios mismo ha querido que el Verbo asumiera nuestra débil naturaleza para hacerse comprensible y cercano a los hombres, y ha dispuesto que la única y eterna Palabra divina se expresase, por inspiración del Espíritu Santo, en palabras humanas que pudieran ser plasmadas en forma de libro para que, a través de las Sagradas Escrituras, pudiese llegar a todos la Buena Noticia de la salvación. Que él les conceda a todos contribuir eficazmente a conservar y difundir también lo mejor del espíritu humano a través de los libros, legado perenne para todos los hombres".Benedicto XVI
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