lunes, 11 de mayo de 2009

Mi gran libro fue la Iglesia

Última entrega del relato de la conversión de Claudel:

"Así hablaba en mí el hombre nuevo. Pero el viejo resistía con todas sus fuerzas y no quería entregarse a esta nueva vida que se abría ante él. ¿Debo confesarlo? El sentimiento que más me impedía manifestar mi convicción era el respeto humano. El pensamiento de revelar a todos mi conversión y decírselo a mis padres... manifestarme como uno de los tan ridiculizados católicos, me producía un sudor frío. Y, de momento, me sublevaba, incluso, la violencia que se me había hecho. Pero sentía sobre mí una mano firme.

No conocía un solo sacerdote. No tenía un solo amigo católico. Pero el gran libro que se me abrió y en el que hice mis estudios fue la Iglesia. ¡Sea eternamente alabada esta Madre grande y majestuosa, en cuyo regazo lo he aprendido todo!"

P. Claudel, Ma conversion.

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