jueves, 15 de enero de 2009

La sinfonía de la creación

Nueva referencia a las palabras del Papa en Epifanía:

"Si es así, entonces los hombres, como escribe san Pablo a los Colosenses, no son esclavos de los "elementos del cosmos" (cf. Col 2, 8), sino que son libres, es decir, capaces de relacionarse con la libertad creadora de Dios. Dios está en el origen de todo y lo gobierna todo, no a la manera de un motor frío y anónimo, sino como Padre, Esposo, Amigo, Hermano, como Logos, "Palabra-Razón", que se unió a nuestra carne mortal una vez para siempre y compartió plenamente nuestra condición, manifestando el sobreabundante poder de su gracia.

Así pues, en el cristianismo hay una concepción cosmológica peculiar, que encontró elevadísimas expresiones en la filosofía y en la teología medievales. También en nuestra época da signos interesantes de un nuevo florecimiento, gracias a la pasión y a la fe de numerosos científicos, los cuales, siguiendo las huellas de Galileo, no renuncian ni a la razón ni a la fe, más aún, valoran ambas a fondo, en su recíproca fecundidad.

El pensamiento cristiano compara el cosmos con un "libro" -así decía también Galileo- considerándolo como la obra de un Autor que se expresa mediante la "sinfonía" de la creación. Dentro de esta sinfonía se encuentra, en cierto momento, lo que en lenguaje musical se llamaría un "solo", un tema encomendado a un solo instrumento o a una sola voz, y es tan importante que de él depende el significado de toda la ópera. Este "solo" es Jesús, al que precisamente corresponde un signo regio: la aparición de una nueva estrella en el firmamento".

Benedicto XVI, Homilía en la Solemnidad de la Epifanía del Señor, 6 enero 2009.

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