¿Vivimos encerrados en la cárcel cíclica del tiempo? ¿Somos también parte del ritmo anual de la naturaleza? No se puede negar que respiramos con ella y su renacer nos arrastra, pero... el ser humano está orientado más allá, siempre más allá, al infinito, como dice bellamente Rilke:
"Volvamos a empezar, dice la tierra,
volvamos a empezar,
es mi única probabilidad.
Y de repente la primavera exclama:
¡volvemos a empezar!
Y la actividad por todas partes y la acción,
qué obediencia.
Y el corazón que quisiéramos retener,
de un salto se relanza.
Solamente la tierra que obedece,
sabe bien que gira en redondo,
mientras que nosotros hacia el infinito
nos precipitamos".
Rainer Maria Rilke.
viernes, 2 de enero de 2009
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