Pasadas las fiestas navideñas volvemos al "tiempo ordinario". Es decir, al tiempo cotidiano, al tiempo-tiempo de nuestros días y nuestras noches. Una advertencia:
"Lo ordinario es lo que más se nos escapa: hace falta mucha experiencia para poder gustar lo cotidiano".
Jean Guitton, Justificación del tiempo, Fax 1966, p. 14.
miércoles, 7 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario